El plan era impecable... el trabajo se ejecutó a la perfección... la huida fue limpia. La única amenaza que Charlie Croker no vio venir fue la de un miembro de su propia banda. Después de robar lingotes de oro en un palacio fuertemente custodiado de Venecia (Italia), Charlie y su banda no se lo pueden creer cuando uno de ellos resulta ser un traidor. Stella, una bella ladrona de cajas fuertes, se une a Charlie y a su antigua banda cuando siguen al traidor hasta California, donde planean volver a robar el oro interviniendo el sistema de control de tráfico de Los Ángeles y creando el mayor atasco de la historia de la ciudad.