La NASA descubre que hay un asteroide del tamaño de Texas que se dirige hacia la Tierra, y cuando la golpee, el planeta y todos sus habitantes serán destruidos, y todo ello ocurrirá en 18 días. Desafortunadamente, los planes de la NASA para destruir el asteroide son irrelevantes. Es entonces cuando los militares deciden usar una ojiva nuclear para volar el asteroide en pedazos. El encargado de llevar la misión a cabo es un perforador de petróleo llamado Harry Stamper y su grupo de geólogos inadaptados. Mientras él y su equipo de perforación se preparan para la excavación espacial, el asteroide todavía se dirige hacia la Tierra. Cuando la tripulación se lanza al espacio exterior, están decididos a destruir este asteroide.